Todos conocemos esa sensación. El reloj marca el mediodía y el estómago empieza a refunfuñar. Estás hasta arriba de trabajo y lo último que se te pasa por la cabeza es qué vas a comer. Pero entonces te acuerdas: no has tenido tiempo de preparar nada.
¿Y qué haces? Probablemente coger otro bocadillo o pedir comida para llevar y prometer que mañana lo harás mejor, ¿verdad?
Pues tengo buenas noticias.
Incluso las personas más ocupadas pueden encontrar maneras de mantener sus comidas saludables y satisfactorias. Y sí, ¡eso te incluye a ti, el adicto al trabajo que apenas tiene tiempo para respirar!
Todo lo que necesitas son algunos trucos inteligentes para preparar las comidas. Y eso es exactamente lo que hemos venido a compartir contigo.
Con estos 12 trucos geniales, la preparación de comidas ya no será una tarea que te consuma mucho tiempo. En su lugar, se convertirá en una parte perfecta de su rutina.
Despídete de la comida para llevar poco saludable y da la bienvenida a comidas nutritivas que te mantendrán lleno de energía durante todo el día.
Corta los ingredientes de los batidos a granel y mételos en bolsas
Los batidos son una forma estupenda de tomar una comida rápida y saludable, sobre todo cuando no tienes mucho tiempo por las mañanas. Pero prepararlos puede ser un engorro, ¿verdad?
Pues ya no.
Aquí tienes un buen truco para preparar la comida:
Corta tus frutas y verduras favoritas a granel y mételas en bolsas.
Dedica un poco de tiempo un día de la semana a prepararlas y tendrás batidos en porciones perfectas listos para tomar. Saca una bolsa del congelador, pon el contenido en la batidora y ¡voilá! Un batido delicioso y saludable en un abrir y cerrar de ojos.
O congela los batidos en moldes para magdalenas
¿Quieres ahorrar aún más tiempo? Prueba esto:
Licúa tus batidos y congélalos en moldes para magdalenas.
De esta forma, tendrás porciones de batido listas para mezclar siempre que las necesites. Sólo tienes que sacar un par del molde, dejar que se descongelen un poco y mezclarlos en la batidora con un chorrito de agua.
Es una opción de desayuno rápida y fácil, perfecta para las mañanas ajetreadas. ¿Y lo mejor? No estás sacrificando la salud por la comodidad.
Sazone y cocine la carne de varias maneras con una sola sartén
La mayoría de las guías de preparación de comidas recomiendan hacer una gran cantidad de la misma comida para comerla durante toda la semana. Pero comer lo mismo durante días y días puede resultar bastante aburrido.
Si quieres añadir variedad a tus comidas sin trabajo extra, puedes probar a cocinar la misma carne con un par de condimentos diferentes.
El truco es el siguiente:
Utiliza papel de aluminio para dividir la sartén en varias secciones y cocinar diferentes sabores de pollo o pavo a la vez. Sazona cada sección a tu gusto, ¡y tendrás dos o tres comidas con una sola sesión de cocción!
Asa distintas verduras con el mismo tiempo de cocción
Cuando se trata de asar, un truco inteligente para preparar la comida es emparejar verduras que tengan un tiempo de cocción similar, incluso si no planeas comerlas como parte de la misma comida.
De esta forma, tendrás un par de opciones saludables diferentes listas para la semana y no tendrás que esperar a que se cocine cada una.
Las verduras de cocción rápida son los champiñones, las cebollas, los tomates cherry y los espárragos. Las verduras de cocción lenta son las patatas, los boniatos, la coliflor, las zanahorias y las chirivías.
Prepara adobos de carne a granel
Este truco lo utilizo a menudo y es muy sencillo:
Solo tienes que mezclar tus especias, hierbas y líquidos favoritos en un bol grande y, a continuación, repartirlos en bolsas o recipientes individuales. Guárdalos en el frigorífico y tendrás adobos listos para usar al alcance de la mano.
Preparar los adobos con antelación significa que puedes mezclarlos fácilmente con tus carnes favoritas por la mañana y cocinar la comida cuando estés listo, poniendo el almuerzo o la cena en la mesa en la mitad de tiempo.
Y cuanto más tiempo se marine la carne, más sabrosa estará.
Convierta las sobras en wraps
Una forma de hacer que comer sano sea más fácil es ser creativo con las sobras.
En lugar de recalentarlas por enésima vez, ¿por qué no convertirlas en wraps o en guarniciones para nachos?
Sólo tienes que coger unas tortillas o patatas fritas, añadir las sobras y cubrirlas con tus condimentos favoritos.
Es una forma rápida, fácil y deliciosa de reutilizar tus comidas. Además, es una forma estupenda de reducir el desperdicio de comida.
Prepara los condimentos con antelación
Hablando de sabores, aquí tienes otro truco inteligente: prepara tus mezclas de condimentos con antelación.
Ya sea tu condimento secreto para tacos o una mezcla especial para tus verduras a la parrilla, tener estas mezclas listas puede simplificar tu proceso de cocción.
Guárdalas en recipientes herméticos en tu despensa y siempre tendrás a mano tus sabores favoritos.
Prueba las comidas en sartén o en una olla
Las comidas en una sola olla o sartén son una salvación cuando tienes poco tiempo. Sólo tienes que mezclar las proteínas, las verduras y los condimentos, y dejar que el horno o los fogones hagan el resto.
¿Y lo mejor? La limpieza es mínima.
¿Necesitas inspiración?
Prueba esta fajita de pollo en sartén o elige una de estas recetas de pasta en una olla de la lista. Estas comidas no sólo son rápidas y fáciles, ¡sino que también están repletas de nutrientes!
Elija algunos platos principales para utilizar a lo largo de la semana
Uno de los trucos más inteligentes para preparar las comidas es elegir unos cuantos platos (principales o de acompañamiento) que puedas utilizar de múltiples maneras a lo largo de la semana.
Piensa en platos versátiles, como un buen pollo asado, una tanda de quinoa o una olla de chili. Estos platos se pueden reutilizar fácilmente en diferentes comidas, dándote variedad sin tener que cocinar más.
Por ejemplo, el pollo asado se puede utilizar en ensaladas, sándwiches, wraps o incluso como ingrediente de una pizza. La quinoa sabe igual de bien en una ensalada que en un guiso, etc.
La idea es maximizar tus esfuerzos culinarios y minimizar tu tiempo en la cocina.
Haga la compra de una vez
Hacer toda la compra en un solo viaje es un gran ahorro de tiempo y también puede ayudar a reducir el desperdicio de alimentos.
Empiece por planificar las comidas de la semana, haga una lista de todos los ingredientes que necesita y, a continuación, vaya al supermercado. Así evitarás tener que ir varias veces a la tienda y comprarás sólo lo que necesites.
Además, tener todos los ingredientes a mano facilita el proceso de preparación de la comida.
Prepare los alimentos inmediatamente después de comprar
Este es otro consejo profesional:
Prepare sus alimentos tan pronto como llegue a casa de la tienda.
Puede que no siempre sea posible, pero es algo a lo que deberías aspirar cada vez.
Si preparas la comida o los alimentos inmediatamente después de hacer la compra, ya tienes la mentalidad adecuada. No tienes que perder tiempo guardando alimentos que luego tendrás que volver a sacar, y además sabrás exactamente lo que has comprado, así que no te olvidarás nada en la nevera.
Así que lava y trocea las verduras, marina las carnes y guárdalo todo en recipientes transparentes. Es mucho más fácil empezar a cocinar cuando la mayor parte del trabajo de preparación ya está hecho.
Pesa las porciones con antelación
Una forma fácil de mantener el control sobre tu dieta y lo que comes es pesar las porciones con antelación. Esto es especialmente útil para los tentempiés, como los frutos secos.
Prepáralos en recipientes o bolsas individuales y tendrás tentempiés listos para tomar que no te llevarán a comer en exceso. Además, esto puede ayudarte a evitar el temido bajón vespertino, manteniendo estables tus niveles de energía.